En
el Día Internacional de las Mujeres, desde ADASU volvemos a reivindicar esta
histórica fecha visibilizando al movimiento feminista y su demanda de una
sociedad más justa y equitativa En
este 2021 en que la pandemia mundial no habilita la presencia masiva de las
mujeres tomando la calle para reclamar contra la violencia machista y social en
todas sus expresiones, las trabajadoras sociales decimos que no vamos a
permitir ningún retroceso en materia de derechos y nos unimos en el compromiso
y la lucha colectiva de todas las mujeres por revertir toda forma de
discriminación y de violencia. El
colectivo que nos une se caracteriza por una fuerte feminización. A través del
tiempo hemos jugado un papel donde se ha manifestado fortaleza profesional y
organizativa, en los diversos espacios de la vida social. Sin embargo, el
viraje en algunas áreas de política pública puede impactar doblemente sobre
nosotras, precisamente por afectar tanto los derechos laborales como los
avances en los esquemas de protección social.
A
las mujeres nos siguen matando. En lo que va del 2021 tomamos conocimiento de
al menos 5 muertas, víctimas de femicidio. La Operación Océano es la
investigación de público conocimiento en el tema trata más grande que se haya
judicializado en Uruguay, pero permanecen invisibilizadas situaciones de muchas
más niñas, adolescentes y mujeres. Por
otra parte, hay procesos de similar índole con indagación en curso en el
departamento de Treinta y Tres. Las
denuncias de violencias sexuales no distinguen espacios sociales. ¡Ni una muerta más, ni una mujer menos!
¡Tocan a una, tocan a todas! Ya
se advierten las consecuencias de las políticas regresivas en cuanto a derechos
conquistados por las mujeres y las disidencias, con una muerta en el marco de
una interrupción voluntaria del embarazo que muestra cómo algunas aristas del
poder médico, el poder político y el poder de las instituciones religiosas
siguen primando sobre nuestro poder de decisión y cuan frágiles son las
reglamentaciones. Desde 2016, en Uruguay, no se registraba una muerte por
aborto y es atroz que una adolescente a la que los equipos y servicios deberían
haber atendido con mayor esmero y cuidado, muera en esa circunstancia. ¡Los
derechos de las mujeres siguen siendo provisorios! En
el marco de la pandemia las mujeres nuevamente somos las que sufrimos las
consecuencias de un estado omiso, pagando los costos con una mayor tasa de
desocupación, retrocediendo veinte años en la conquista del acceso al empleo en
América Latina; según la Cepal (2021) un 56,9% de las mujeres en América Latina
están ocupadas en sectores con el mayor efecto negativo en términos del empleo
y de ingresos. Combatir la violencia basada en género también implica discutir
acerca del derecho a la vivienda, a un trabajo en condiciones dignas, a romper
con la brecha salarial de género y el techo de cristal para las mujeres
trabajadoras en nuestro país, a la posibilidad de independencia económica para
salir del círculo perverso y fortalecer la autonomía. La
implementación de la LUC es un retroceso más para las mujeres, en tanto
promueve la flexibilización laboral y con ello habilita a que se rebajen
conquistas, máxime si se aúna con el ataque a las libertades sindicales y se
produce en contexto de disminución de las políticas sociales redistributivas.
Esto impactará sustantivamente en el aumento de la pobreza feminizada. Asimismo,
el enfoque punitivista de la seguridad ciudadana que propone, no erradica la
violencia que pretende combatir. ¡Las trabajadoras sociales vinculadas a ADASU
reafirmamos la democracia y por eso convocamos a firmar en contra de la LUC! Los
cuidados a las personas en situación de dependencia han sido históricamente
feminizados, somos las mujeres quienes estamos en la primera línea y quienes
recibimos las consecuencias en nuestra salud, nuestra economía y nuestra
calidad de vida; en el marco de la emergencia sanitaria esto ha sido aún más
visible, aunque ignorado. El
Sistema Nacional de Cuidados está en crisis y no hay respuestas, se ha vaciado
de contenido y no hay políticas de apoyo. En el marco de una creciente pobreza,
las mujeres seguimos dando la talla. No
nos callamos más, ¡todas las mujeres en todas las calles!
Por un 8 de
Marzo combativo, solidario y de lucha, ¡salud!
Comisión de Género ADASU |